
Continuamos la lectura colectiva de El Segundo Sexo de Simone de Beauvoir.
El corte número 21 lo ha leído Alicia ♥, venimos desde Mérida donde se grabó el anterior corte de nuestro audiolibro colectivo, ahora nos vamos a Pamplona, Navarra, para escuchar a Jara ¡gracias compañera!
Pasen lean y escuchen…
En este nuevo fragmento de El Segundo sexo de Simone de Beauvoir, Alicia nos ha preparado la grabación desde la página 226 «Esta brutal satisfacción de la necesidad,» hasta la página 236 «Era increíble los escasos cambios que habían introducido en la pieza.»
Nos quedamos desde el fragmento anterior hablando de los entresijos del matrimonio convencional en los valores burgueses de la época. Simone de Beauvoir habla como la sexualidad y los vicios en el matrimonio se tornan serios, organizados y fríos. Reflexiona que el amor físico debería ser libre.
Esto la lleva a entrar en las diferencias de los papeles de la mujer y el hombre dentro de una familia convencional de la época, en la que los valores burgueses convencen a la mujer joven a que su fin en la vida es encontrar dicha en las tareas reproductivas y de cuidados del hogar.
El fin del varón es superarse hacia la totalidad del universo así que las acciones de la mujer no son más que medios para facilitar que el hombre consiga sus fines.
La vida de la mujer se desliza hacia la muerte, se confina en la imanencia del amor conyugal creando un mundo entero confinado en las paredes de la casa. Esa vida armoniosa del hogar en la que ella es esposa, madre, ama de casa y en la que el matrimonio se convierte en la fuerza para vivir que le da sentido a la vida. El orden y la tierra firme se encuentran en el interior de la casa y la mujer a través de tareas domésticas se apropia de su nido, expulsando el mal en su conquista contra la suciedad. Las consecuencias son entre otras una fatiga indefinida y perpetua en una lucha que se renueva cada día.
Esta manía doméstica llevada al extremo es estudiada como forma de sadomasoquismo en el psicoanálisis.
Es también en cierto modo una huida indefinida lejos de sí misma a través de la alquimia, el misterio y la magia de la cocina todas estas labores que son medios y no fines en sí mismos reflejan proyectos anónimos e invisibles sin los cuales la vida no sería posible y que hoy desde el Ecofeminismo se subrayan como el sostén que hace posible un sistema capitalista heterocispatriarcal que oprime a las mujeres, quienes seguimos siendo a día de hoy las que estamos por debajo de los techos de cristal y atrapadas en los suelos pegajosos sosteniendo la vida.
Me sigue maravillando que pese a la distancia en el tiempo, no dejo de creer la importancia de compartir esta lectura y hacernos cómplices de Simone de Beauvoir en una alianza desde nuestra genealogía compartida hasta el presente, por acabar con un sistema que nos enjaula en el ser mujer.
Sobre la frases del fragmento con la que se ha quedado Alicia… Nos pasa estas tres y es sobre la tercera concretamente sobre la que he preparado el dibujo:
- «Hoy es día de limpieza general. Oigo el ruido del aspirador que mamá desplaza por el salón. Quisiera huir. Me juro a mí misma que, cuando sea mayor, nunca habrá en mi casa un día de limpieza general». (Una disertación de una alumna de 16 años de Simone de Beauvoir).
- «Lavar, planchar, barrer, sacar la pelusilla agazapada bajo la sombra de los armarios es detener la muerte, pero también rechazar la vida».
- Parece ser que, cuando tenía 20 años, era alegre y coqueta, encerrada luego en una propiedad aislada, con un marido que la descuidaba y un hijo único, se dió a poner las cosas en orden como otros se dan a la bebida».
Podéis ver el vídeo que nos ha preparado Alicia sobre el fragmento de su lectura:
Y para escuchar el audio del fragmento de la lectura dale al play:
Seguimos leyendo y escuchándonos, puedes acceder a escuchar todos los fragmentos ya leídos en https://www.pnitas.es/audiolibro-el-segundo-sexo-simone-de-beauvoir/el-segundo-sexo
Si quieres participar en la lectura de un fragmento escríbeme a hola@pnitas.es con el asunto El Segundo Sexo.
Gracias por escucharnos, ¡seguimos! ¡p.nitas* somos todxs!