Para quienes no habéis oído hablar de ella, la cadena Princelandia es un centro de ocio infantil que cuenta con una veintena de establecimientos en toda España. Ofrece a niñas de entre 5 y 12 años sesiones de belleza y salud con manicura, peluquería o maquillaje, todo adornado «con accesorios y vestuarios para que las niñas se sientan femeninas y en un mundo mágico «, según reza su web.
En su publicidad, puntualizan que no son un spa «al uso», sino un espacio de fantasía que tiene sus bases en un «modelo educacional» relacionado con la salud y el bienestar. No en vano, las monitoras que allí trabajan acreditan una formación de carácter educativo, según la misma empresa.
Lo que está claro es que sus establecimientos reproducen estereotipos sexistas y además exaltan un concepto de belleza idealizado. Esta columna vertebral de nuestra sociedad de consumo, en la que niñas y mujeres de todo occidente somos víctimas de perseguir una meta, un canon de belleza insalubre, creado, ficticio… puede generar frustración y enfermedad a no tan largo plazo en ellas, que serán las mujeres mañana.
Un estudio de la Universidad de Valencia , impulsado por la educadora social Sara Vierna, constataba los efectos perniciosos de lo que consideraba una «sexualización del juego», sobre todo teniendo en cuenta el papel fundamental que, según el estudio, tiene la actividad de juegos en el desarrollo cognitivo y social de cada niño. «Los niños y niñas aprenden a pensar, construirse y ubicarse socialmente […] a través del juego», constataba la investigadora; para luego añadir que el mensaje que recibe una niña en un local de este tipo es que «el físico es tan importante que, en su día especial, como puede ser su cumpleaños, lo celebra dedicando a él». Esto, según Vierna, hace más vulnerables a l@s niñ@s ante futuras psicopatologías, no hace falta que mencionemos cuáles.
De ahí la importancia convirtiéndose en necesidad de que los espacios de ocio infantil y juvenil rompan los roles de género. El género es una construcción social y cultural, que define las características emocionales de un sujeto, en relación con su sexo, pero mucho más allá de esto, la imposición de éste tipo de prácticas en estos centros, sirve para reforzar los estereotipos de género, de socialización en la sexualización, la cosificación de la belleza, que tanto daño ha hecho a la desigualdad humana desde la antropología del sistema patriarcal hasta hoy.
Así pues, las normas establecidas hacia el género femenino, hacen que las niñas usuarias de estos centros sean tratadas mediante imposiciones sexistas y machistas que afianzan la desigualdad.
Ocio sexista para las más pequeñas, es una pieza más del aberrante sistema de consumo que nos exclaviza desde niñas para formar parte de un engranaje y cuadrar dentro de unos estereotipos y canones a cualquier precio, a costa de nuestra propia salud.
Desde Projecte Ella la denuncia #stopprincelandia quiere lograr la igualdad del ser humano, eliminando la naturalidad con la que se educa en la desigualdad.
p.nitas* se unen a la campaña de Projecte Ella y os invita a que lo hagais también. Reclamemos una educación y un ocio para la igualdad desde la infancia y para ello denunciemos y rechacemos a Princelandia, como un ejemplo más del sexismo imperante en nuestra sociedad, así que gracias por sumarte y convertirte en nuestra cómplice luchadora!
Para participar en la campaña de denuncia y como iniciativa de concienciación Projecte Ella ha tenido la iniciativa de compartir el hastag #stopprincelandia, junto a una foto con un papel donde se muestre #STOPPRINCELANDIA y colgarla en twitter, facebook, instagram enviándolo por mail a sus contactos, …
También puede ser un dibujo, una canción, un post en tu blog o lo que se te ocurra.
Difundir la noticia y tomar conciencia del problema, sirve para buscar soluciones conjuntas, que eviten la existencia no sólo de éste tipo de centros, sino de la educación machista-sexista en la humanidad en general, a nivel planetario. Deshacernos de esto es la meta.
Nos merecemos otro modelo educativo y de ocio, está en nuestras manos y es nuestro deber reclamarlo.
No cerremos los ojos ante el modelo de publicidad y de formas de consumo que nos imponen y que tan dañino es. Hay otras maneras de ser niño o niña, de ser persona, no queremos que nuestros niños crezcan rodeados de centros que promueven un estereotipo que no es real.
Por esto y por nuestras niñas y niños #stopprincelandia.
El cuidado de la imagen personal no debe ser parte de la cosificación de la belleza, la personalidad y la existencia como individuo son nuestra herramienta y verdadera riqueza.
¡Grita fuerte #STOPPRINCELANDIA, participa en la campaña denuncia, que p.nitas* somos todxs!
Otras referencias sobre el tema:
Projecte Ella #stopprincelandia.
Projecte Ella. Princelandia ni aquí ni en ninguna parte.
Niñas princesas o la peligrosa sexualización del juego. Diario El Mundo
Aunque yo no me escape de esa educación por la edad que tengo y en el medio en el que me moví, era sencillamente eso : Ser femenina,ser limpia y como no, mantener tu casa lo mejor posible para cuando llegar tu marido valorara lo apañada que eras,aunque la mayoría de las veces ni se daban cuenta.,Por este motivo quiero una EDUCACION EN IGUALDAD para mis hijos,ya mayores y por supuesto para mis niet@s.
Se me olvidaba,fui una mujer independiente trabajando desde los 18 años,pero no por ello viví esta situación.Saludos.
Yo también fui creada bajo estos estereotipos de belleza y de inculcar a un género actitudes que podrían ser para ambos o para ninguno, pero la verdad es que yo disfrutaba jugar al manicure, penarme, maquillarme, hasta la fecha es uno de mis pasatiempos favoritos y quiero mencionar que no me lo inculcó mi madre, ha sido siempre mi decisión ser femenina y me parece que esto solo es un juego, que si a las niñas no les gusta, no les gustará nunca y no tiene por qué ser así. Por el contrario opino que debería existir inclusión para los nenes que sientan ganas de maquillarse y peinarse como las nenas y que como padres no obliguen a las niñas a ir si no lo desean, creo que la apariencia es la parte nenos importante de los estereotipos de género, el respeto a los sentimientos, a la concepción de nuestro propio ser, la aceptación y el amor propio y hacia el prójimo sin importar si está maquillado o no debería ser la prioridad de los movimientos y causas sociales en beneficio de la igualdad de género. Por último estoy en contra de traumar a la juventd con standares de belleza pero vaya que me hubiera gustado jugar en un princelandia cuando era niña, de hecho quisiera hacerlo ahora. 🙂 saludos desde México.